En el fútbol la competencia es elemental, la exigencia cada vez es más alta y pocos logran consolidarse en una posición. Es cierto que desde el punto mercadológico, un nombre puede vender más que otro, el talento puede pasar a un segundo plano y si nos referimos a la portería, el embudo se reduce aún más, pues solo uno es el elegido.



Óscar Jiménez ha sido el eterno suplente del América. El mexicano tuvo que ver cómo Agustín Marchesín completó 131 partidos en la portería azulcrema y cuando emigró a Portugal y todo parecía que su oportunidad había llegado; el América fichó a Guillermo Ochoa, un ídolo del club.



Aunque su destino ha sido la suplencia y la poca regularidad, Óscar agrada a la afición águila y cuando tiene que actuar, lo ha hecho de manera convincente. Desafortunadamente para el jugador, ha tenido que competir con grandes guardametas, de más nombre y recorrido que lo relegan al banquillo, excepto cuando el América disputa amistosos en Estados Unidos, ahí Jiménez es titular seguro.

¿Es Necaxa el mejor destino para él?
El Necaxa es un club grande, con historia y exigente fanaticada. Óscar Jiménez encajaría perfecto en el club, sin discusión le arrebataría el puesto a Hugo González y volvería a gozar de minutos con frecuencia como solía hacerlo en el extinto equipo, Jaguares de Chiapas.





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